24.7.15

¡Celebremos la llegada del gran Rey! (en base al sermón del domingo)

Llegaste.
Profetizado tantas veces, esperado por tantos años, anhelado por los tuyos;
al fin llegaste.
Viniste.
Te acercaste a los que estaban lejos, trajiste el Reino de tu Padre,
te hiciste visible a nuestros ojos y viniste.
Bajaste.
Luz inaccesible, santidad inalcanzable, justicia perfecta,
a este mundo de oscuridad y tinieblas vos bajaste.

Gracia inmerecida. Amor eterno. Esperanza de tenerte.

El Rey infinito en hermosura, desechado por los hombres en su locura,
vino a ser el Redentor de este pueblo pobre pero rico,
afligido pero alegre, golpeado pero firme,
que hoy suspira por un día verle.

Nos buscaste.
Te metiste en nuestro barro y te embarraste.
Perseguiste al que huía, habiéndote ofendido,
y en lugar de darle su pago, lo besaste.
Lo sanaste.

Nuestro Amado,
si hoy te amamos, es porque nos amaste.

Y llegaste.
No sólo a este mundo, sino a mi vida oscura;
y la iluminaste.
Resplandeciste.
Conocí el amor del Padre.

Y llegaste, mi Cristo... 
al fin, ¡llegaste!

2 comentarios:

  1. Meditando hoy me acordé de esta poesía Maqui, Emanuel, Dios con nosotros, vino a nosotros, a mostrarnos el corazón del Padre, Dios con nosotros!!! Viniste, bajaste, te embarraste, nos sanaste,. Dios CON nosotros Aleluya!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,María! Tengo bastante abandonado el blog ahora (sin tiempo para escribir con los dos pequeños... je), y no había visto que comentaste! Gracias! Amén! :)

      Eliminar